En septiembre de 1979, llegue al Principado de Mónaco, Montecarlo, situado al sur de Francia, sobre la Costa Azul del Mar Mediterráneo, cerca de la frontera italiana. Allí me esperaban DANIEL GARAY, primera voz, guitarrista y BABI JIMENEZ, segunda voz, requintista. Me integré como tercera voz y guitarrista.

La forma de trabajo era interpretar canciones a trío, individualmente y también solos de guitarras. Así quedó constituido el trío “Los Pampas”, tres voces, dos guitarras y un requinto. Antes de mi llegada, eran tres voces, guitarra, requinto y bandoneón (Roberto Lara).

Actuábamos en el restaurante L’Argentine, del Hotel Lowes, donde y debido al carácter exótico y típico del local, durante las actuaciones vestíamos ropa típica de gaucho argentino e interpretábamos todo tipo de música argentina, además de un amplio repertorio internacional.

Nuestro trabajo se iniciaba a las 20,00 hs. y finalizaba a las 23,30 hs., tenía tiempo para abordar otras actividades. Me inscribí en la Universidad de Niza, a unos 20 km del principado, en los cursos de lengua francesa para extranjeros y dedique mucho tiempo a desarrollar la composición.

Durante mis tres años en el Principado de Mónaco, trabajaba con la música, estudiaba francés y componía.

A principios de 1982, Babi Jimenez se marchó del trío. Se integró Roberto Lara, bandoneonístas, quien ya había sido parte del trío. Con Roberto Grabamos un Long-Play “Los pampas en Montecarlo”.

En marzo de 1982, un señor del público que nos escuchaba, me propuso que grabara una de sus canciones en francés, era músico y compositor. Se llamaba Marcelo Papperi y había compuesto una canción relacionada con la contienda bélica entre Argentina y Gran Bretaña, en febrero de 1982, por la soberanía de las Islas Malvinas. Se hizo la grabación y la interpreté en francés.

En mayo de 1982, tomé la decisión de regresar a España para ordenar mi vida afectiva, continuar mis estudios de Derecho en Madrid y orientar mi actividad musical hacia la composición e interpretación de mis propias canciones. Firme el último contrato por seis meses como integrante de Los Pampas.

A finales de 1982, con Roberto Lara y para recuerdo de ámbos, grabamos cuatro tangos, dos de Piazzolla, uno de Donato y otro de Villoldo.

A principios de diciembre de 1982, entregué el apartamento donde vivía.

Estaba situado en la cumbre de una montaña que límitaba con el Principado, dentro de territorio francés, Roquebrune Cap Martín, Le Grand Horizond, Avenue de la Torraca, desde donde Mónaco se divisaba como si fuera una postal.

Subí al coche repleto de maletas, dos guitarras, sueños e ilusiones y regresé a España. Tenía 35 años y Soledad me esperaba en Madrid.

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